Desde el blog 'Ciencia y Restauración' quiero desearos a tod@s una muy feliz Navidad y unas felices fiestas y, nuevamente, daros las gracias por el seguimiento.
Uno de los problemas inevitables que presenta el Patrimonio Arquitectónico (y la edificación civil, en general) es el de la presencia de sales en la piedra. Las sales entran disueltas en agua, ya sea de lluvia, freática... Estas sales pueden venir del propio agua, o de otros componentes que se hayan utilizado erróneamente en la restauración; algunos ejemplos de esta situación son:
El cemento Portland: aporta grandes cantidades de sales de magnesio además de tener una resistencia mecánica mucho mayor que la de la piedra. Esto se traduce en que, cuando hay procesos de dilatación y compresión debidos al calor, el cemento Portland tiene más fuerza que la piedra y la rompe.
Morteros de cal magnésica: aporta sales de magnesio.
Silicato potásico: Aporta una gran cantidad de sales.
Una vez que las sales están dentro del muro, sufren procesos de cristalización y disolución en el sistema poroso de la piedra hasta que terminan fracturándola.
En algunos casos, la presencia de sales se revela mediante eflorescencias, pero en otros, las sales permanecen en el interior de la piedra escondidas hasta que el daño es mayor.
Eflorescencias
Son numerosas las líneas de investigación para combatir este problema y los tratamientos propuestos. Uno de los que se llevan a cabo es la desalación de un muro.
Muchos de nosotros hemos ido alguna vez al hospital a que nos hagan "un TAC" (aunque sería más correcto decir "una TAC"). TAC son las siglas de Tomografía Axial Computerizada, una técnica que utiliza rayos X emitidos a distintas orientaciones alrededor del paciente para hacer cortes transversales de una sección en concreto. Además de en pacientes
de carne y hueso, esta técnica se aplica también en el diagnóstico de
obras de arte (imaginería, sobre todo) para ver lo que los ojos no
pueden ver y conocer de forma exahustiva el estado de conservación en el que se encuentra la obra.
Un equipo para realizar un TAC, habitual en los hospitales.
Esta técnica es una evolución de la radiografía. En ésta un haz de rayos X se bombardea a la talla a analizar y una placa fotográfica los recibe detrás. En función de la densidad del material que atraviesen llegarán más o menos rayos X a la placa y se verá en distintas tonalidades dentro de una escala de grises. Por ejemplo, al hacer la radiografía de un brazo el hueso se ve blanco y los músculos, tendones y demás elementos se ven en una escala de grises mucho más oscura. De igual modo, al hacerle una radiografía a un crucificado, por ejemplo, pueden apreciarse los distintos elementos que la componen. El inconveniente de esta técnica es que no permite apreciar en detalle una gran parte de la información, como por ejemplo, la localización exacta de los elementos metálicos.
Radiografía de un Crucificado.
Pues bien, como he dicho antes, el TAC es un paso más tras la radiografía. El funcionamiento es el siguiente. Un emisor está en una posición concreta de ese círculo blanco y emite un haz de rayos X. Después gira un ángulo determinado y vuelve a hacer la medida, después repite el proceso... Cuando completa el círculo hace un promedio de todas las imágenes que ha tomado y nos muestra el corte transversal o una imagen tridimensional.
Esquema de los componentes de un tubo de TAC.
Esta técnica muestra, por ejemplo, todos los componentes metálicos, por lo que nos da información sobre el estado de todas las sujeciones o ensamblajes metálicos de la talla e incluso cuántas capas de policromía tiene. Asimismo, proporciona da una visión del estado de la madera, su densidad, así como si está afectada por insectos como la carcoma, la termita, etc
El Arcángel San Miguel, patrón de Castilleja del Campo (provincia de Sevilla), se somete a un TAC
Otra de las aplicaciones de esta técnica es la autentificación de imágenes, pues puede ser una herramienta útil a la hora de asignar su autoría a un artista determinado.
TAC realizado a Nuestro Padre Jesús del Prendimiento de la Hdad. de los Panaderos (Sevilla)
En esta ocasión, os voy a dejar algunos ejemplos de la aplicación del TAC a la imaginería:
¿A qué se debe el olor tan característico de los libros viejos? ¿Qué es ese "olor a historia"? ¿Qué es lo que nos indica?
Aquí os dejo el vídeo de un reportaje sobre este tema en el que entrevistan a Bernardo Herradón, químico del Instituto de Química Orgánica General (IQOG) del CSIC que nos explica por encima el porqué de este fenómeno.