Este verano la revista National Geographic publicó un artículo sobre una metodología láser de limpieza aplicadas a unas estatuas griegas de 2500 años de antiguedad.
Esculpidas en el siglo V a.C., las figuras servían como columnas en el Erecteión, uno de los templos que estaban en la Acrópolis, la colina rocosa que se levanta 156 metros sobre la capital griega moderna. Las doncellas, conocidas como las Cariátides, miden 2,3 m de altura y originalmente, seis de ellas sostenían el techo del porche sur del Erecteión. A una la llevaron a Londres a principios del XIX y ahora está en exposición en el Museo Británico. Otra la limpiaron en 2006 y no es parte de este proyecto.
Debido a la rápida industrialización de Atenas en el siglo pasado, las cinco figuras restantes en la Acrópolis sufrieron gravemente los efectos de la polución del aire. El tono dorado se volvió oscuro y sus rasgos comenzaron a disolverse ante el ataque constante de la lluvia ácida. En 1979 las estatuas fueron trasladadas al Museo de la vieja Acrópolis para protegerlas de un daño mayor, y se colocaron en su lugar réplicas de cemento.
Al comienzo del proyecto de limpieza, los conservadores decidieron no mover las doncellas, sino trabajar con ellas en el sitio en el que estaban, la galería del museo. Se centraron en cada figura por separado, una tras otra, en una habitación temporal improvisada con cortinas como paredes colocadas en un marco.
Montaje que se hizo para limpiar cada una de las estatuas |
Un monitor de vídeo fuera permitía a los visitantes ver las estatuas cambiando lentamente de color, como de la noche al día. Las paredes de esta habitación eran una medida de seguridad para los ojos de los visitantes, ya que los conservadores llevaban gafas especiales para protegerse.
Los conservadores usan gafas especiales para protegerse los ojos |
El sistema láser usa dos pulsos de radiación (uno infrarrojo y otro ultravioleta) para retirar de las estatuas la costra de polvo, hollín, minerales y metales. Los rayos pueden utilizarse juntos o por separado, y su intensidad puede ajustarse dependiendo de la composicion y grosor de la costra. Científicos del Instituto de electrónica y Láser (Fundación para la Investigación y la Tecnología-Hellas de Creta) desarrollaron el prototipo de sistema láser híbrido a finales de los 90 para limpiar esculturas del Partenón. Conservadores y técnicos del Servicio de Restauración de la Acrópolis, tras probar con varios métodos de limpieza que incluían productos químicos y microchorros de arena, decidieron que el láser híbrido era la mejor opción. Este sistema permite una limpieza controlada que deja la pátina de mármol intacta.
La limpieza de cada estatua tomó entre seis y ocho meses de trabajo. Había áreas que eran rápidas de limpiar (impresionante vídeo) y otras de un centímetro cuadrado que podían necesitar hasta ocho minutos. Además de la limpieza, los conservadores retiraron el mortero de restauraciones anteriores, uniendo los fragmentos con clavijas de titanio y cemento Portland blanco. También utilizaron un mortero sellante con base de sílice y rociaron la superficie de mármol con hidróxido cálcico para estabilizarla.
Algunos visitantes contemplan las estatuas ya terminadas mientras que, en el fondo, están limpiando otra |
La transformación de las doncellas es espectacular, pues es la primera vez en cientos de años en la que se puede ver el mármol sin suciedad y se puede apreciar realmente la calidad de las estatuas. Un futuro proyecto podría revelar un poco más de la belleza original de las doncellas. Su ropa estuvo una vez brillantemente coloreada, pero siglos de lluvias invernales han lavado cualquier resto de pigmento visible. No obstante, técnicas modernas de imagen pueden ver partes invisibles del espectro visible y encontrar trazas de pigmento.
El resultado podría ser deslumbrante.