Termino hoy esta entrada comenzando por otro tema que traté hace poco en el blog: el de la biorrestauración. El grupo de investigación de la bióloga Pilar Bosch, de la Universidad Politécnica de Valencia, ha comenzado a utilizar bacterias para retirar costras inorgánicas y colas animales de frescos. Debido a que las bacterias puedenproducir un amplio abanico de enzimas, pueden enfrentarse a problemas complejos de limpieza, metabolizando compuestos orgánicos e inorgánicos y transformándolos en ácido sulfhídrico, nitrógeno molecular o dióxido de carbono. Durante los últimos diez años, este método ha sido aplicado con éxito en lugares de importancia relevante, incluyendo el Camposanto de Pisa (Italia), un cementerio del s. XIII supuestamente construido alrededor de un cargamento de tierra traída desde Jerusalén en la época de las Cruzadas. Está decorado con muchos frescos que estaban seriamente dañados.
|
Aplicación de las bacterias en los frescos. |
Pilar Bosch trabajó con un equipo de microbiólogos, químicos y restauradores para desarrollar el tratamiento. Dice que comenzaron en el laboratorio de microbiología: "Tenemos que encontrar los microorganismos que puedan metabolizar las sustancias que queremos limpiar sin que dañen la obra de arte". Todas las bacterias probadas son inocuas y no forman esporas. A lo largo de diferentes proyectos, Bosch probó diversas cepas de las bacterias nitratoreductoras Pseudomonas stutzeri, que habitualmente se encuentran en el suelo y en el agua. Las cepas escogidas fueron capaces de retirar las costras de nitrato y las colas animales cuando se aplicaron en gel agar y se dejaron por un período comprendido entre varias horas y varios días. Bosch dice que no hay signos de problemas con los frescos tratados hace diez años y, aunque a veces aparece alguien con miedo de utilizar las bacterias, el interés por este método está creciendo, con muchas compañías investigando en cómo fabricar un kit comercial. Además, su equipo está investigando otras aplicaciones, como quitar el pegamento del papel.
Terminamos este repaso a la historia de la Ciencia aplicada a la Restauración hablando de los problemas de conservación de las pinturas acrílicas. La introducción de los tintes orgánicos en el s. XIX, seguidos por las pinturas basadas en polímeros acrílicos en el s. XX ha supuesto, según dicen, una cuenta atrás para la detonación de una bomba de relojería en lo que a la conservación se refiere (a conservation time-bomb ticking). La supervivencia de los colores en el arte del Renacimiento se debe a la estabilidad química de los pigmentos inorgánicos utilizados, pero este no es el caso de las pinturas acrílicas modernas. Mientras la dimensión del problema aún no está clara, parece que en algunos cientos de años los tintes sintéticos se habrán descolorido y los aglutinantes plásticos se habrán despolimerizado, volviéndose algo pulverulento. "Siendo provocativos, podemos decir que si entrases en el MoMA de Nueva York dentro de 100 años, estaría vacío, porque todo lo que está dentro se habría degradado completamente.", dice Baglioni.
Baglioni está empezando a trasladar sus conocimientos en microemulsiones a este problema aún sin resolver. Dice que la química de estos procesos es compleja, que tiene algunas ideas a cerca de cómo revertir la degradación química y esperanzas para desarrollar en el futuro geles que permitan reformular la composición original. La Tate Gallery también trabaja en esta línea a través de la doctora Bronwyn Ormsby.
|
La doctora Ormsby trabajando con GC/MS en el análisis de polímeros. |
Un número importante de los métodos innovadores descritos se han convertido en prácticas estandarizadas dentro del campo de la Conservación. La limpieza por láser está establecida y las nanopartículas de Baglioni se comercializan, pero tal y como su propio nombre indica, la Conservación es un campo muy conservador y la adopción de nuevas técnicas rara vez se hace de forma veloz. Siano describe una 'inercia natural' en los conservadores y restauradores, responsable de realentizar la adopción de de los métodos de ablación láser, mientras que Baglioni afirma que "a veces es fácil", siempre que haya una necesidad urgente, como por ejemplo la remoción de un polímero.
El artículo termina con una frase de Ormsby: "Las obras de arte son únicas y valiosas, así que necesitamos asegurar que lo que hacemos - si se está retirando algo o añadiendo algo - se guía por la ética de la Conservación y supera la prueba del tiempo". Siguiendo este camino, aún tenemos la esperanza de que el arte moderno hecho en acrílico dure tanto como los frescos de la Capilla Sixtina.